He tenido tiempo de reflexionar, al estar alejada de ti, y por más que quiera negarme, soy como soy, soy libre e independiente, me siento atrapada y huyo, es lo que sé hacer, soy una perfecta escapista. No me gusta estar con una sola persona, y el compromiso me da pánico. Él tiene razón, por más que lo odie en estos momentos, no mereces que yo juegue con tu tiempo, ni que te use para olvidarme de quien me ignoró. Mereces a alguien que te quiera, que no tenga peros ni miedos, alguien que valore tu ternura y honestidad, tu transparencia y tu sonrisa.
Yo por mi parte no lo merezco, no te merezco, porque mi corazón no ha sanado completamente, me divierto contigo, con tus chistes y tu dulzura, mientras lo busco a él, mientras espero verlo, mientras lo extraño, y es verdad, es injusto, es increíblemente injusto que esto me pase a mí, que una persona tan maravillosa se interese en mí, me busque y me cuide, y mientras tú planeas estar junto a mí, yo planeo estar junto a él. No puedo negar que
te quiero, tan poco tiempo y puedo decir con total convicción que te quiero conmigo e incluso te necesito, pero, como él mismo dijo, el amor y el querer no nacen del capricho ni de la necesidad, porque en esos sentimientos está el egoísmo, cuando en el amor se debe pensar de a dos.
Y me odio por no poder amarte, porque mi corazón no se enciende cuando te veo, porque no te busco, y porque siempre que escribo para ti su nombre aparece en mi cabeza.
Que esa sonrisita no se nuble al leer mis palabras, que ese corazón no cambie al saber la verdad y que siempre estés dispuesto a amar como siempre lo haces
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